TEXTOS COMPLETOS DE LOS RELATOS GANADORES EN EL CONCURSO DE RELATOS LITERARIOS 2016

     Vamos a ir colgando aquí en  nuestro blog los  relatos ganadores del  Concurso de relatos literarios de 2016. Este año el tema era cervantino, así que la "entradilla" que les dimos a los alumnos participantes fue: "No te lo vas a creer, pero me he encontrado a Don Quijote en la Plazoleta Balbuena..." A partir de ahí nuestros alumnos escribieron sus relatos en el momento, pues los citamos para que lo hagan así, espontáneamente.

     MIGUEL ARCE, alumno de 1ºA escribió este relato:

     "No te lo vas a creer, pero me he encontrado a Don Quijote en la Plazoleta Balbuena. Era alto, un tanto perdido, esbelto, de piel clara como la leche. Llevaba ese característico sombrero que tanto le caracterizaba, una armadura de hierro con un toque de óxido por el paso de tanto tiempo.
     Cuando le miré se acercó a mí y con una voz grave y algo carrasposa, me preguntó:
     -Buenas, joven, me gustaría preguntarle dónde podría encontrar posada para hospedarme.
     Yo no sabía qué responder, pero, de repente, me vino a la cabeza que posada era hotel y así fuimos juntos al Hotel Veracruz. Allí pedimos una habitación, pero Don Quijote no tenía dinero de la época. Entonces decidí que lo mejor sería buscarle un trabajo. Pero antes de buscar, él me dijo con tono de indignación:
     -¿Trabajar yo? Imposible. No he trabajado nunca ni lo haré jamás.
     Sin embargo, conseguí disuadirlo y le expliqué que si no, no podría alquilar una habitación.
     ¿Qué trabajo sería digno para el gran Don Quijote de La Mancha? Pensé, hasta que me vino a la cabeza un trabajo bastante bueno y rentable. Podría trabajar en los viñedos, de vendimiador; sin embargo, había un inconveniente: que no era temporada de vendimia, con lo que pensé en camarero.
     Emprendimos nuestra marcha hacia un restaurante, el conocido Seis de Junio, que para mí era una elección buena, apostar por un trabajo de camarero a tiempo completo. Antes de entrar, le dije a Don Quijote qué hacíamos allí, porque hasta el momento él pensaba que íbamos a almorzar.
     Al decirle el trabajo al que se sometería, no estaba muy seguro de qué profesión era aquella de nombre tan singular para él, hasta que se enteró de que su trabajo era como ser el siervo de alguien y decidió abandonarlo en ese preciso instante.
     Después de casi una hora esperando, pensé que lo mejor sería enseñar a gente de entre trece y veinte años a montar a caballo. En cuanto se lo comenté al que ya era  mi amigo, dio saltos de euforia. El problema era que sólo teníamos a Rocinante, pero un hombre de pelo canoso nos hizo entrega de un hermoso ejemplar de unos cinco años. Y así, después de mucho esfuerzo, Don Quijote de La Mancha vivió den el Hotel Veracruz, trabajó para enseñar a gente joven a montar a caballo...

     -¡Miguel...!
     -...eh...
     -Hijo, despierta, o llegarás tarde.
     
     Todo había sido un sueño; sin embargo era mucho más real que cualquier otro."


                                     " LOS NIÑOS LEEN, LOS NIÑOS ESCRIBEN"